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Actualidad Universitaria

La industria química será el principal beneficiario de un procedimiento que permite obtener un nanomaterial a partir de este residuo agrícola

El grupo de investigación NANOVAL (FQM – 383) del Departamento de Química Orgánica de la Universidad de Córdoba suma una nueva patente a los más de 100 inventos que la institución atesora desde 2015. El invento, en esta ocasión, se trata de un método que permite obtener dióxido de silicio de alta porosidad (biosílice mesoporosa) y aplicarlo como soporte para nanocatalizadores que se utilizan para desencadenar diferentes tipos de reacciones orgánicas.

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Un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba (UCO) ha empleado por primera vez distintas técnicas de análisis químicos para determinar el estado de corrosión de un caldero de bronce del poblado ibero del Cerro de la Cruz, en Almedinilla (Córdoba). Tras estudiar varios fragmentos mediante varias técnicas instrumentales, se concluye que el tipo de corrosión sufrida por el objeto resulta compatible con la hipótesis arqueológica de que el asentamiento fue devastado en las guerras lusitanas del siglo II a.C.

El equipo de investigación del Departamento de Química Orgánica de la UCO que ha liderado el trabajo ha empleado diferentes técnicas instrumentales, basadas en la absorción o emisión de radiación electromagnética por un cuerpo, para caracterizar el estado de corrosión en el que se encuentran los fragmentos de este caldero de bronce. El bronce es una aleación metálica formada por cobre y estaño usada desde la Antigüedad. En entornos ‘agresivos’ como tumbas o enterramientos, el bronce sufre una corrosión característica que se puede analizar mediante estas técnicas experimentales.

“El objetivo de determinar el estado de corrosión de un objeto de bronce es importante con vistas a su restauración. Hay que ver si sufre la denominada ‘enfermedad del bronce’, porque en determinados casos puede que, aún eliminando las primeras capas de corrosión, esta aparezca de nuevo al exponer la superficie no corroída a la atmósfera”, explica a la Fundación Descubre José Rafael Ruiz Arrebola, director del Departamento de Química Orgánica de la UCO y uno de los autores del trabajo, publicado en la revista Spectrochimica Acta Part A: Molecular and Biomolecular Spectroscopy.

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El grupo NANOVAL (FQM-383) del departamento de Química Orgánica lidera un proyecto nacional basado en el desarrollo de procesos para la valorización de la biomasa

La reducción del impacto ambiental y el aumento de sostenibilidad que trae consigo la valorización de subproductos industriales es lo que lleva al grupo de investigación en química orgánica NANOVAL a trabajar en el desarrollo de procesos que permitan la valorización de estos subproductos de una manera más eficiente.

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La Agencia Ejecutiva de Investigación de la Comisión Europea ha valorado los dos primeros años de este proyecto en el que participa el Profesor Rafael Luque del Departamento de Química Orgánica


Entre los días 10 y 13 de septiembre el equipo de COSMIC, proyecto financiado por la Comisión Europea a través del programa Horizonte 2020, ha celebrado la reunión que marca el ecuador de su andadura en la Sala Mudéjar del Rectorado de la Universidad de Córdoba.

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La Sala Mudéjar del Rectorado de la Universidad de Córdoba ha acogido durante dos días la reunión de proyectos de la red Photo4Future, del programa Horizonte 2020 de los Marie Curie Innovative Training Networks, que pretende el desarrollo de procesos fotoredox en flujo continuo y su aplicación para la síntesis de nuevos compuestos químicos y fármacos. El  proyecto está compuesto por nueve beneficiarios y múltiples empresas.

El encuentro se desarrolló en dos partes: la Escuela de Invierno y el Speakers day que ha contado con un total de seis ponencias de investigadores de reconocido prestigio nacionales e internacionales en las áreas de catálisis heterogénea, fotocatálisis, diseño de materiales y microfluidica. La reunión fue inaugurada por el vicerrector de Innovación, Transferencia y Campus de Excelencia de la Universidad de Córdoba, Enrique Quesada Moraga; el responsable del proyecto por parte de la UCO, Rafael Luque Álvarez de Sotomayor y Esther Van Straten, gestora del Proyecto Photo4Future.

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La Universidad de Córdoba describe dos vías para conseguir hidrógeno y grafeno gracias a una técnica de vanguardia


Un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba ha estudiado el proceso de descomposición del etanol para producir hidrógeno usando tecnología de plasma. Para ello emplearon esta tecnología de vanguardia, única en España, mediante dispositivos procedentes de la Universidad de Montreal (Canadá). El etanol es un alcohol y, por medio de la novedosa técnica, se pudo descomponer en substancias útiles para nuevas baterías. En concreto, se describieron dos rutas: una para obtener exclusivamente hidrógeno, y otra para lograr simultáneamente la producción de hidrógeno y grafeno. Ambos son compuestos de alto valor añadido empleados ya en innovaciones para lograr baterías de nueva generación, por lo que se abren grandes expectativas para esta línea de investigación.

Fue un descubrimiento por duplicado. El equipo científico, formado por físicos y químicos pertenecientes al Laboratorio de Innovación en Plasmas y en el que colaboró un profesor del Departamento de Química Orgánica, depuraban una técnica para la producción de hidrógeno a partir de etanol, un residuo agrícola, cuando obtuvieron al mismo tiempo un material de carbono sólido en cantidades muy estimables. Una vez analizado este material se comprobó que se trataba de grafeno de muy alta calidad. Los resultados, publicados recientemente en Chemical Engineering Journal, abren ahora dos nuevas rutas para conseguir baterías de nueva generación: producir exclusivamente hidrógeno o hidrógeno y grafeno. El grupo, con la colaboración de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación de la UCO, ya ha patentado el procedimiento.

“Cuando en ciencia defines un objetivo y tratas de alcanzarlo, hay veces que se obtienen resultados colaterales no esperados, con los que se abren nuevas líneas de trabajo que puedes posteriormente explorar tú o en compañía de otros grupos de investigación de otras disciplinas”, recuerda la investigadora principal del trabajo, Dolores Calzada.

Plasma
El plasma está presente en nuestro día a día. Por ejemplo, en los tubos fluorescentes y en las lámparas de bajo consumo. En los tubos fluorescentes, al gas contenido en ellos se le aplica energía eléctrica, ionizando parcialmente dicho gas y generando partículas que al interaccionar originan la emisión de luz. La novedad es, en este caso, el uso dado a estas partículas, en particular los electrones, que pueden romper “romper” las moléculas del etanol dando lugar a otros nuevos compuestos. El etanol está formado por moléculas de carbono, hidrógeno y oxígeno, por lo que era predecible la obtención, al menos, de hidrógeno y carbono, pero no así que los átomos de carbono se asociaran dando lugar a la estructura de grafeno, de cuyo análisis se derivó que es de elevada calidad y libre de metales al no utilizar catalizadores en el proceso. Esta investigación se realizó en el marco de un proyecto financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.

Descrita de manera experimental la doble vía para obtención de hidrógeno y grafeno a partir de etanol, los investigadores están trabajando, actualmente, en su escalado industrial a través de un proyecto de investigación y desarrollo (I+D) de la Junta de Andalucía. “En un principio, vamos a simultanear esta doble vía que hemos abierto”, indica Calzada, “ya que no sabemos del todo hacia donde nos puede llevar y cuál de los dos compuestos puede ser más rentable desde el punto de vista económico”.

Finalidades
La batería de hidrógeno es ya una realidad e incluso hay vehículos circulando por las carreteras de Estados Unidos o Alemania. No obstante, dada su novedad, se sigue investigando en ellas porque aún no se conocen todas las posibilidades que ofrecen. De ahí, que el hidrógeno obtenido mediante esta tecnología vaya a ser utilizado en analizar la capacidad de trabajo de las pilas de combustible con hidrógeno procedente de la descomposición de etanol.

Con el grafeno, se pretende fabricar nuevos electrodos para pilas de combustible que no necesiten emplear platino como catalizador, contribuyendo a abaratar el coste de este tipo de pilas. La Universidad de Córdoba ha abierto, en este sentido, una nueva línea de trabajo para conocer las potencialidades del grafeno en el área energética.

R. Rincón, A. Marinas, J. Muñoz, C. Melero, M.D. Calzada. ‘Experimental research on ethanol-chemistry decomposition routes in a microwave plasma torch for hydrogen production’. Chemical Engineering Journal. 284 (2016). 1117-1126

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Un millar de alumnos de centros de Córdoba y Sevilla conocen los laboratorios de la UCO por medio de una acción que pretende generar nuevas vocaciones científicas

Un millar de estudiantes de diferentes centros de Secundaria de las provincias de Córdoba y Sevilla han iniciado su primer contacto con la química universitaria. A través de la novena edición de las Jornadas de Introducción al Laboratorio Experimental de Química, que organiza la Facultad de Ciencias de la UCO, los diferentes departamentos relacionados con esta disciplina muestran este mes todas las posibilidades que tiene la química. Con esta actividad, la Universidad de Córdoba pretende generar vocaciones científicas entre estudiantes de enseñanzas medias.


Las jornadas comenzaron el martes 12 de enero y a cada sesión acude unos 150 estudiantes. El jueves 14 de enero ha contado con 181 estudiantes de los colegios Santa Victoria y Séneca (de Córdoba) y los institutos de educación secundaria Luis Vélez de Guevara, Nicolás Copércino (ambos de Écija, Sevilla), Juan de la Cierva (Puente Genil), Colonial (Fuente Palmera), Aljanadic (Posadas) y Antonio Gala (Palma del Río). Las actividades se prolongan todo el mes de enero.


El decano de la Facultad de Ciencias, Manuel Blázquez, ha recordado que en los próximos años, se requerirán entre 500.000 y un millón de profesionales formados en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas en países desarrollados. “El que tenga un interés por la ciencia, que se lo plantee como una opción”, ha subrayado ante estudiantes de Secundaria que han visitado las instalaciones del campus de Rabanales.
Las jornadas están precisamente orientadas a que centros educativos conozcan la dotación de los laboratorios químicos de la Universidad de Córdoba. De esta manera, se persigue potenciar las vocaciones entre los jóvenes ante la decisión de futuros estudios de educación superior. “Nos gusta mostrar lo que tenemos para ayudar en esta decisión y dar, con ello, un servicio a la sociedad”, ha resumido el decano de la Facultad de Ciencias.

Elegir carrera universitaria
Por su parte, el vicerrector de Estudiantes, Alfonso Zamorano, ha recordado a los asistentes a las jornadas la valoración que los estudios de ciencias y la investigación en el seno de la UCO tiene según los indicadores universitarios: “Es importante que elijáis una opción con datos objetivos y, en este sentido, un trabajo sobre la oferta académica de las universidades españolas realizado por la Universidad Complutense de Madrid muestra que la Universidad de Córdoba es la primera del país en investigación y docencia”.
El coordinador de las jornadas, Antonio Ángel Romero, ha explicado además que el ciclo sirve para eliminar ideas preconcebidas sobre “que todo lo químico es malo”. “Al contrario, en realidad ser químico es dar soluciones a los intereses de la sociedad”, ha resumido. “La química está presente en todo. Tal es así que no podríamos vivir sin ella: cualquier acción de nuestro organismo está relacionada con la química”.


En las jornadas colaboran investigadores de los departamentos de Química Analítica, Química Orgánica, Química Inorgánica, Química Física e Ingeniería Química.

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Investigadores de la UCO han sintetizado unas partículas que pretenden reemplazar este compuesto en los laboratorios cosméticos y de fármacos


Muchos procesos industriales emplean catalizadores para convertir una materia prima en un producto de consumo. Una de las materias todavía común en esta catálisis industrial es el ácido sulfúrico. Aunque ya no se emplea a gran escala, aún se ve en laboratorios de cosméticos o de fármacos, porque sigue siendo útil para obtener productos de un importante valor comercial. Sin embargo, el ácido sulfúrico es corrosivo y puede poner en peligro la salud de los trabajadores, el funcionamiento de las máquinas y el medio ambiente. Substituirlo por un material más eficiente y seguro es uno de los objetivos de la química verde. Un equipo de investigadores de la Universidad de Córdoba ha observado que unos nanomateriales denominados híbridos, que este grupo ha sintetizado, pueden servir de reemplazo del ácido sulfúrico como catalizador en procesos de química fina.

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La Universidad de Córdoba y la Academia China de las Ciencias buscan alternativas al uso de nanopartículas de oro o paladio, recursos poco disponibles y costosos


Mediante la química, la humanidad consigue lo que la naturaleza tarda años en lograr, si lo logra: transformar la materia con mayor rapidez. Este conocimiento es muy útil en procesos industriales. A las fábricas llegan las materias primas y, por medio de diferentes mecanismos en los que interviene la química, se obtienen productos listos para su uso. Uno de los procesos para acelerar estas transformaciones de la materia es la catálisis, con la que se aumenta la velocidad de una reacción química por medio de una substancia llamada catalizador. Investigadores de la Universidad de Córdoba trabajan en la búsqueda y creación de nuevos materiales que sirvan de catalizadores. Recientemente han conseguido caracterizar para su uso en la catálisis diferentes óxidos de hierro, que son más baratos que los materiales empleados actualmente y más sostenibles desde el punto de vista ambiental.


Los catalizadores heterogéneos son elementos fundamentales en la denominada química verde o ambiental. De forma convencional, para transformar la materia se han empleado reactivos, pero éstos se consumen en el proceso y sus restos pueden deteriorar el entorno. A diferencia de los reactivos, los catalizadores no se consumen en el proceso, pudiendo en principio ser reutilizados después de cada reacción. Por esta razón, aproximadamente el 60% de los productos químicos (abonos, fármacos, cosméticos, pero también sistemas de descontaminación o de energías renovables) que se producen actualmente se generan a través de procesos catalíticos. En la actualidad, químicos de diferentes centros de investigación de todo el planeta compiten en una carrera para dar con catalizadores más eficientes y más sostenibles ambientalmente.


“Existe un interés general en el desarrollo de nuevos materiales para procesos de catálisis en campos como la descontaminación y la valorización de la biomasa”, explica Rafael Luque, del Departamento de Química Orgánica de la UCO. En muchos casos, esta búsqueda global ha apuntado hacia nanopartículas de metales como el oro, el paladio o el platino. De hecho, hay en el mercado una serie de materiales catalíticos de óxidos metálicos y, en menor medida, de oro y paladio, menos disponibles y más caros.


Desde el equipo de investigación que dirige Luque se han fijado en compuestos más habituales en la naturaleza: los óxidos de hierro. “Hasta la fecha, no ha habido un gran interés científico por ellos, aunque ya hay grupos de Alemania y Estados Unidos e incluso dentro de nuestra Universidad de Córdoba que los están investigando”. Los científicos del grupo FQM-383 del Departamento de Química Orgánica de la Universidad de Córdoba se han adelantado a sus competidores y en una serie de artículos publicados recientemente han demostrado algunas de las capacidades de los óxidos de hierro como catalizadores o soportes. Son muy versátiles y, algunos de ellos debido a su capacidad magnética, son válidos para separar materiales utilizando un simple imán, sin requerir una fuente de energía externa, lo que los convierte en más eficientes.


Usos

hallazgos tienen gran aplicabilidad para industrias diversas, como la petroquímica en la fabricación de polímeros (plásticos) o en mejora de la calidad de las gasolinas (mediante reacciones de alquilación de aromáticos) y la electroquímica en la producción de pilas de combustible, explica Luque. Algunos de los óxidos de hierro (existen dieciséis tipos) tienen además propiedades fotocatalíticas, por lo que podrían ser usados en la descontaminación de aguas o en la conversión de biomasa para producir biocombustibles.


Para conocer estas propiedades catalíticas de los óxidos de hierro, la Universidad de Córdoba se ha aliado con industrias petroquímicas españolas y chinas y con la Academia China de las Ciencias. Luque es profesor visitante en la subsede que esta institución científica china tiene en Changchun (provincia de Jilin, en el noreste del país).


Metodología

El grupo de investigación ha desarrollado además una metodología alternativa para mejorar, además del material usado los diferentes procesos de transformación, el proceso en sí mismo. La metodología escogida es la mecanoquímica, que ha sido implementada con éxito en molinos de escala industrial ubicados en la superpotencia oriental. “En esta colaboración internacional, la Universidad de Córdoba aporta el conocimiento (know-how), mientras que el Laboratorio Estatal de Química Aplicada de la Academia China de las Ciencias testea nuestras ideas y desarrollan el concepto. De manera general, aquel país dispone de más recursos que nosotros, además de una mano de obra mucho más barata”, indica el profesor de la UCO.


“Por efecto de procesos mecanoquímicos conseguimos que algunos nanomateriales sean más estables durante la catálisis”, explica el especialista. “Estos procedimientos además son muy reproducibles”, señala el autor, “por lo que pueden ser escalados e implementados de una manera rápida y eficiente en procesos industriales”.


Jianming Zhao, Rafael Luque, Wenjing Qi, Jianping Lai, Wenyue Gao, Muhammad Rehan Hasan Shah Gilani y Guobao Xu; ‘Facile surfactant-free synthesis and characterization of Fe3O4@3-aminophenol-formaldehyde core-shell magnetic microspheres’. Journal of Materials Chemistry A. 2015, 3, 519-524 DOI: 10.1039/C4TA03821E

Jianping Lai, Wenxin Niu, Rafael Luque, Guobao Xu, ´Solvothermal synthesis of metal nanocrystals and their applications´, Nano Today, 2015, 10, 240-267. DOI: 10.1016/j.nantod.2015.03.001

Chunping Xu, Sudipta De, Alina M. Balu, Manuel Ojeda, Rafael Luque, ´Mechanochemical synthesis of advanced nanomaterials for catalytic applications´.  Chem. Commun., 2015, 51, 6698-6713. DOI: 10.1039/C4CC09876E

Antonio Pineda, Alina M. Balu, Juan M. Campelo, Antonio A. Romero, Daniel Carmona, Francisco Balas, Jesús Santamaría, Rafael Luque, ‘Development of a novel dry milling approach for the synthesis of highly active supported nanoparticles on porous materials’.  ChemSusChem, 2011, 4, 1561-1565. DOI: 10.1002/cssc.201100265

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La UCO determina la función de una enzima en la regulación del óxido nítrico, empleado por las plantas para frenar situaciones adversas como plagas o sequías


En una situación de estrés biótico, como puede ser una infestación por insectos, o de estrés abiótico, como la exposición a metales o a altas temperaturas, las plantas son capaces de desencadenar mecanismos de defensa para evitar que los daños se extiendan. Una de las principales armas utilizadas en estos procesos es el óxido nítrico. Esta molécula es un compuesto tóxico que funciona como señal para la planta y que induce una situación que puede llevar en ciertos casos a una muerte celular programada para frenar el avance del daño y salvar el resto del organismo. Cómo gestiona la planta este óxido nítrico continúa siendo un enigma para la comunidad científica. Sin embargo, bioquímicos de la Universidad de Córdoba y del Campus de Excelencia Internacional ceiA3 han logrado conectar una pieza de este puzle molecular.

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Línea conjunta entre las universidades de Córdoba y Tecnológica del Sur de China


La provincia sureña de Cantón es de las más prósperas de China. Aporta el 12% del Producto Interior Bruto gracias al impulso de sus potentes fábricas. Con el fin de mantener este nivel de desarrollo industrial, la Universidad Tecnológica del Sur de China ha acudido a un grupo de la Universidad de Córdoba para comenzar una línea de colaboración conjunta en la producción de compuestos químicos de alto valor a partir de derivados agrícolas. No en vano, los científicos de la UCO disponen de un importante conocimiento acumulado en la materia. El trabajo ha empezado a fructificar en 2015. Los científicos chinos y españoles han logrado identificar precursores para producir productos como plásticos para embalaje y nailon a partir de un derivado agrícola, el furfural, de la que Cantón es un importante productor.

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Investigadores de la Universidad de Córdoba han posibilitado el desarrollo de un nuevo tipo de biodiésel a partir de aceite vegetal o grasa animal por un lado y etanol o metanol por otro. El nuevo producto permite una fabricación más eficiente y sostenible de este combustible, mientras se elimina la generación de un residuo característico en la producción de biodiésel convencional, la glicerina. Este subproducto es muy problemático, pues debe ser completamente eliminado de la mezcla combustible mediante lavado, lo que requiere grandes cantidades de agua. La permanencia de la glicerina en el biodiésel, incluso en cantidades de traza, puede dar lugar a problemas y daños en los motores de combustión.

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El objetivo de  "Bases de la nomenclatura de los compuestos orgánicos", editado en formato DVD por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba y del que es autor Jose Rafael Ruiz Arrebola, es mostrar una visión actual de las principales reglas que rigen la nomenclatura de los compuestos orgánicos más importantes, de acuerdo con la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC), dictadas en 1993 [1] ycorregidas en 1999 [2]. Está dirigido a estudiantes universitarios de los primeros cursos de ciencias experimentales y ciencias de la vida.


Las reglas de nomenclatura dictadas por la IUPAC pretenden ser sistemáticas, simples y sin ambigüedades, aunque en ocasiones esto no es posible. El objetivo último de la nomenclatura química, independientemente de si es orgánica o inorgánica, es identificar un compuesto o una especie química por una o más palabras dichas o escritas. Este propósito requiere emplear un sistema de reglas cuya aplicación resulta en una nomenclatura sistemática. Y es que a pesar de las recomendaciones dictadas por la IUPAC, en química orgánica existen todavía multitud de nombres triviales o comunes que se siguen empleando con asiduidad.

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El martes, 25 de febrero, a las 12:30 h. en la Sala de Grados Manuel Medina del Campus de Rabanales, tendrá lugar la 4ª sesión del “III Ciclo de Conferencias de la Facultad de Ciencias” sobre los avances científicos actuales de mayor impacto. Ciclo organizado por la Comisión de Investigación del Centro que pretende fomentar la cultura científica y presentar, de manos de sus protagonistas, los principales avances científicos.   

La conferencia correrá a cargo de Rafael Luque Álvarez de Sotomayor, profesor del Departamento de Química Orgánica de la Universidad de Córdoba, con el Título: “La innovación en ciencia y tecnología: procesos medioambientalmente aceptables para un futuro sostenible”

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Mañana, sábado, 10 de noviembre, se cumple un mes del fallecimiento de Juan Manuel Campelo Pérez, catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Córdoba. Desde la Facultad de Ciencias y desde el Departamento de Química Orgánica queremos mantener vivo su recuerdo e, independientemente de las iniciativas académicas que en su momento puedan llevarse  a cabo para ello, trasladar a la comunidad universitaria algunos rasgos de la personalidad humana y trayectoria de quien fue un excelente profesional y compañero.

Juan Manuel Campelo Pérez nació, en Madrid, el 8 de julio de 1951. Tras de efectuar sus estudios de Bachillerato en dicha capital, realizó la Carrera de Licenciado en Ciencias Químicas, con excelentes calificaciones, en la Facultad de Ciencias de la Universidad Complutense de Madrid, en el período 1969-1974. De 1974 a 1976 fue profesor ayudante en dicha Universidad  y en 1976 se trasladó a la  de Córdoba, junto a su director de Tesis José Mª Marinas Rubio, quien había obtenido la plaza de Catedrático de Química Orgánica en la UCO.

Entre 1976 y 1996 desempeñó, respectivamente, los cargos de profesor adjunto y profesor titular de Química Orgánica en la UCO y en febrero de 1996 y hasta su fallecimiento ejerció como catedrático (Química Orgánica) de nuestra Universidad.

La personalidad de Juan Manuel Campelo respondió, desde el punto de vista profesional, a la labor que todo profesor universitario debe llevar a cabo en tres vertientes fundamentales: docencia, investigación y gestión. Sin entrar a detallar estos aspectos, diremos que impartió docencia en un sinnúmero de asignaturas en las Licenciaturas de Química, Biología y Bioquímica, así como en Doctorado y diferentes Masteres, tanto en la Universidad de Córdoba, como en otros Interuniversitarios.

Desde el punto de vista investigador publicó unos 200 artículos de investigación, siempre en campos punteros de la Catálisis Heterogénea. Su Índice de Hirsch era de 29 y su Índice Medio de Citación, de 15,89, uno de los más elevados de la Universidad de Córdoba. Por otro lado, formó parte del Comité Editorial de varias Revistas Científicas Internacionales del máximo prestigio.

Asimismo, dirigió o codirigió 18  tesis doctorales y participó en 23 proyectos de investigación (en varios como investigador principal) de instituciones públicas, y en 4 proyectos y contratos de importantes industrias españolas o internacionales.

En lo que se refiere a su labor de gestión desempeñó, entre otros, el cargo de secretario y director del Departamento de Química Orgánica de la Universidad de Córdoba; formado parte del Comité Directivo de la Sociedad Española de Catálisis (SECAT), del Español de Zeolitas, etc.

Pero con independencia, de su enorme labor profesional, fue más importante su carácter humano, que le hizo ser querido por todos los que le conocían y que se ha reflejado en los innumerables testimonios de condolencia recibidos tras conocerse su inesperada muerte, procedentes de España y del extranjero. En todos ellos se destaca su excelencia como buen profesor, científico e investigador; su personalidad sencilla, amable, cariñosa y amistosa. Hacía lo posible porque los que estaban a su lado se encontraran bien. Si siempre es triste y doloroso la noticia de la muerte de un ser querido, lo es aún más cuando la edad a la que ocurre (61 años) parece no haber dejado completar todo el ciclo vital de una persona. Descanse en paz.

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